23 de abril de 2015

Pan judío de sémola


Normalmente siempre que voy a cualquier establecimiento si veo que tienen sección de libros es visita obligada. Aunque sea una tienda de silbatos tengo que ver los libros y si cuadra me llevo alguno. Pues bien, en ocasiones me encuentro cosas curiosas y eso me pasó con un libro chorra de bollos y panes. Tenía una tapa de esas blanditas que dan ganas de sentarse encima y unas fotos en color estupendas. Así que miré el precio, no era muy caro y me lo agencié.
El problema de ese libro viene a la hora de elaborar las recetas. Por cada página, que tiene tamaño cuartilla, hay dos recetas y no todas tienen foto o te dicen cómo formar la masa. 
Y así, de repente, me ví inmersa en esta receta de pan judío. Al ver el nombre pensé: "será un pan challah". Pero no, no tenía nada que ver. No conseguía entender la forma del pan porque la foto la habían hecho tan de cerca que sólo veía pliegues. Después de media hora dando vueltas (físicamente hablando) a la foto del libro con cara de "¿pero qué narices es esto?",  ¡por fin lo entendí! ¡Era como una alcayata!. Me puse a googlear a ver si encontraba qué tipo de pan judío tenía forma de alcayata y se hacía con sémola y encontré...absolutamente nada. Así que lo elaboré tal cual venía en el libro y santas pascuas. La verdad que está muy bueno y tiene bastante sentido que un pan judío esté hecho con sémola (del mismo modo que pasa con los panes árabes por su costumbre de moliendas y secados harineros). 
El caso es que sigo sin saber si esto es un pan judío real o si los del libro se lo inventaron porque ellos lo valen (L'Oreal). Si alguien sabe algo que me lo diga porque al final tengo que llamar a Íker Jiménez del sinvivir que es esto.


Para dos grandes

750 g de sémola de trigo duro
15 g de sal
30 ml de aceite de cacahuete (o cualquier aceite vegetal que tengamos)
2 huevos
22 g de levadura fresca de panadero
425 ml de agua
320 g de pasta fermentada


Mezclamos la sémola, la sal, los huevos, la levadura diluida en el agua y el aceite y amasamos unos cinco minutos. Añadimos entonces la pasta fermentada y la integramos en la masa. Tapamos y dejamos reposar 10 minutos. Partimos la masa en dos porciones iguales, boleamos y dejamos reposar otros diez minutos. Entonces desgasificamos la masa (la aplastamos) y formamos dos barras alargadas. Le damos forma de alcayata a cada una de las bolas y los dejamos levar una hora en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado tapados con un paño húmedo. Precalentamos el horno con vapor de agua a 230º e introducimos la bandeja. Cocemos unos 20 minutos. Sacamos, dejamos enfriar sobre una rejilla y nos lo comemos felizmente.

2 comentarios:

  1. Silvia, poco o nada puedo aportar a tus dudas, pero mira si me has convencido que estoy por copiarte la receta. Tenía pensado hacer en estos días pan de sémola y en la despensa tengo el paquete esperando una receta que me gustase. En cuanto a la forma que le has dado, yo la veo perfecta, me gusta. Besitos.

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    1. Pues si haces el pan ¡ya verás! pellizco a pellizco no dura ni un asalto (o a lo mejor son mis problemas de adicción al pan jajaja) Besucoos!

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