30 de abril de 2015

Chirivías, calabaza y espinacas al hinojo


A veces me pregunto cuántas veces hay que caerse de morros para escarmentar. Todas las mañanas, cuando me tomo el café, miro por la ventana y no falla: hay dos tipos que a las 6 y media corren como Usain Bolt hacia la parada del autobús. Señores, ¡salgan 2 minutos antes de casa! A veces alguno lo pierde y le ves a lo lejos haciendo aspavientos como si estuviera padeciendo una fatal venganza de la diosa Fortuna. Pero no pasa nada, al día siguiente volverá a correr porque llega tarde. En fin.
Yo de momento ya empiezo a echar de menos algunas de las verduras y hortalizas de invierno, como es el caso de las chirivías. La verdad que no se ven mucho en las fruterías pero son una ricura. El otro día comprándolas, una señora me dijo: "muchacha, deja esas zanahoras que están muy blancas". Yo me reí (por dentro, que en alto quedaba feo) y le comenté que no eran zanahorias, que eran sus primas del planeta Neutrex Futura. 
El sabor es bastante parecido al de la zanahoria pero además como con un toque a nabo que le sienta como una pamela en una boda de primavera (suponiendo que las pamelas queden bien, que no lo sé. A ver si dejo de innovar haciendo comparaciones con la moda porque ese no es mi tema, seguro. Que yo no me pondría una pamela a no ser que tuviera quemaduras de octavo grado. Y bueno, que ya dejo las pamelas.)
Para los que no hayáis visto una chirivía os dejo foto. En el mercado de barrio no las suelen tener pero en los hipermercados tipo Alcampo o Carrefour ahí andan, en sus barquetas a la fresca. Importante que al comprarlas no estén arrugadas como el culillo de un mono porque eso es que llevan más tiempo ahí que la Dama de Elche.


Las chirivías permiten infinitas combinaciones, todas fantásticas. Os dejo por aquí uno de mis inventos y ya os traeré más.

Para 2 raciones

350 g de chirivía
200 g de calabaza
300 g de espinacas
1 nuez de jengibre fresco
1/2 cucharilla de café de hinojo seco
1/4 cucharilla de café de pimienta blanca
100 ml de mistela
aceite de oliva
sal
huevo cocido (opcional)

Pelamos y cortamos las chirivías y la calabaza. En una olla ponemos a calentar aceite y tostamos ligeramente el hinojo seco. Echamos ahora la chirivía y la calabaza. Salpimentamos y agregamos el jengibre rallado. Vertemos la mistela y cubrimos las verduras con agua. Dejamos a fuego muy lento hasta que empiecen a ablandar, siempre pendientes de que no se sequen. Incluimos ahora las espinacas en la olla y cocinamos hasta que éstas estén hechas y haya reducido todo el líquido. Sacamos y servimos con huevo o lo que gustemos. ¡A comer!

3 comentarios:

  1. yo no conocía la existencia de las chirivias, pero vaya que seguro que me tienen que gustar, que todo lo que sean hierbas y raices y demás verduras y familiares, a mi me encantan jejjejej bueno a ver las encuentro por ahí, un besote guapa!

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    Respuestas
    1. Pues te las recomiendo mucho, ¡están muy buenas! Pasan bastante desapercibidas en los mercados, ya verás como las encuentras! Besucos!

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  2. Jajajaja, yo tampoco me pondría una pamela, parecería un botijo con boina,jajajaja pero sí me apunto a este plato, que aqui se encuentran facil las chirivias, bueno y un monton de cosas más que no sé ni pa que sirven...tendre que investigar, pero son bastante feas...hasta con pamela
    Besos

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